Vieques: Crónicas del Calvario, 2000

Serie en Color

Fiel a su profesión como fotógrafo comprometido por la contaminación del ambiente y sus efectos tóxicos sobre sus conciudadanos, Méndez Caratini asumió la responsabilidad de ser uno de los primeros artistas en denunciar la crisis de Vieques. Se trata de una documentación artística de un periodo histórico en la relación centenaria entre Puerto Rico y Estados Unidos, cuando un movimiento pacífico de desobediencia civil captó la atención internacional y culminó en la retirada de la Marina de Guerra de Estados Unidos en Vieques.

Ricardo Viera
Lehigh University Art Galleries
Director / Curador
Bethlehem, PA
Octubre de 2003

True to his profession as a concerned photographer worried about the contamination of the environment and its toxic effect on his fellow citizens, Méndez Caratini undertook the responsibility of being one of the first artists to denounce the Vieques crisis. This is an artistic documentation of a historical period in Puerto Rico’s centenary relationship with the United States, where a peaceful civil disobedience movement attained international attention leading to the removal of the U.S. Navy from Vieques.

Ricardo Viera
Lehigh University Art Galleries
Director / Curator
Bethlehem, PA
October 2003

Vieques: Crónicas del Calvario

Durante el periodo del año (abril del 1999 a mayo del 2000) en que permanecieron edificados los campamentos de desobediencia civil pacífica dentro de los terrenos restringidos de la Marina de Guerra de los Estados Unidos en Vieques, Puerto Rico, se notó una mejoría en el reverdecer de la naturaleza, el anidaje de las espécies en peligro de extinción, la unidad y el sentido de espiritualidad entre los seres humanos. La paralizacion de los ejercicios bélicos no sólo lograron la renovación de la naturaleza, sino que también transformaron a los puertorriqueños y los unieron como nación.

Los graves daños ecológicos y la contaminación a la cadena alimenticia, causados por los sesenta años de continuo bombardeo de parte de la Marina de los Estados Unidos, diariamente afectan la salud de sus habitantes. Niños, adultos y envejecientes anualmente contraen diversos tipos de cáncer, tumores malignos, lupus, leucemia, telárquia, dermatitis aguda, asma y otras enfermedades crónicas. Alarmantes estadísticas señalan que los viequenses padecen de una alta incidencia de cáncer -27% mayor que los habitantes de la Isla Grande. El nexo entre los residuos tóxicos de metales pesados, provenientes de las bombas en el campo de tiro, y las enfermedades es inmoral. Por seis décadas a los viequenses se les han violado sus derechos civiles y su anhelo de vivir en paz.

Frente a esta problemática, y confiado en el poder renovador de la vida, me propuse crear estos quince lienzos que comunican mi sentir y reflexionan sobre la crisis actual que vivimos. Los lienzos, que componen los collages de este Viacrucis caribeño, simbolizan el recorrido de las estaciones de la cruz en memoria de los pasos del Redentor al subir al Calvario. De la misma manera en que Cristo cargó con su cruz, a los viequenses les ha tocado cargar la cruz de la contaminación ambiental. Como nos ilustrara el Arzobispo Roberto González Nieves: “Para llegar al Domingo de Resurección hay que pasar por el Viernes Santo de la crucifixión”. Esta sugestiva analogía nos muestra el paralelismo entre la agonía de Vieques y el sufrimiento de Cristo en la cruz.

Como artista comprometido con la paz, no puedo permanecer más tiempo callado y ser cómplice silencioso del genocidio de nuestros queridos hermanos. Mi trabajo es un llamado mundial para la paz; para la conclusión de la Cultura de la Guerra y su substitución por una Cultura de Paz. El macrocosmos de la crisis global que vivimos es reflejo fiel del problema en Vieques. Los derechos humanos, la conciencia y la ética exigen ¡Ni una bomba mas, Paz para Vieques y la humanidad! Ahora.

Héctor Méndez Caratini
Isla Verde, Puerto Rico
Mayo de 2000

During the period of time (April 1999 to May 2000) when civil disobedience camps were established within the Navy’s restricted areas in Vieques, Puerto Rico, there was a marked improvement in Nature’s greens, evident nesting of species in danger of extinction and ever-present feelings of unity and spirituality among human beings. The halting of military exercises not only renewed Nature but transformed the people of Puerto Rico and united them as a nation. The major ecological damage and the pollution to the nutritional chain, caused by 60 years of continuous bombing by the United States Navy, clearly affected the health of the inhabitants of the island. Children, adults, and elderly annually present symptoms of various types of cancer, tumors, lupus, leukemia, telarchia, acute dermatitis, asthma, and other chronic diseases. Alarming statistics reveal that the people in Vieques suffer 27 percent more cancer than those on the island of Puerto Rico. The nexus between toxic waste derived from bombs in the firing range and the diseases is immoral. Throughout six decades, the people of Vieques have had their human rights violated and their hopes for living in peace destroyed.

Facing this reality and trusting in life’s capacity to be reborn, I decided to create these fifteen mixed media collages that express my innermost feelings and reflect on the actual crisis we are now experiencing. The collages that constitute this Caribbean Way of the Cross, symbolize the stations of the cross in remembrance of the steps taken by our Redeemer when walking to Calvary. Just as Jesus carried his cross, so have the people of Vieques carried the cross of environmental pollution.

As our Archbishop Roberto Gonzalez Nieves once said: “To get to Easter Sunday of Resurrection, we must first go through the Good Friday of Crucifixion”. This suggestive analogy illustrates the parallelism between the agony of Vieques and Christ’s suffering in the Cross. As an artist, committed to peace, I cannot remain quiet any longer and become a silent accomplice to the genocide of our beloved brothers and sisters. My work is a call for worldwide peace, for the conclusion of the Culture of War and its substitution for the Culture of Peace. The macrocosm of the global crisis we are living in is a faithful reflection of the problem in Vieques. Human rights, conscience, and ethics decry: “Not one more bomb!” “Peace for Vieques and humanity. Now!”

Héctor Méndez Caratini
Isla Verde, Puerto Rico
May 2000

Vieques: Crónicas del Calvario

 

TRASFONDO

La trájica y solitaria muerte de un guardia civil en la isla municipio de Vieques permitió que los corazones y las mentes de sus 9,300 ciudadanos se levantaran, como el ave Fénix, de las cenizas de la apatía social.

David Sanes Rodríguez, un ordinario peón que trabajaba como guardia de seguridad en un puesto militar en Vieques, murió cuando fue alcanzado por dos bombas de 500 libras lanzadas desde un avión de la Marina de Guerra de los Estados Unidos durante ejercicios militares, temprano en el mes de abril del 1999. Otros cuatro civiles también resultaron heridos.

La muerte de Sanes Rodríguez logró lo que décadas de protestas aisladas en contra de la precencia naval en Vieques, un potencial paraiso tropical localizadio a nueve millas al este de Puerto Rico, no habían podido lograr; forzaron las múltiples y discordantes voces puertorriqueñas de las esferas políticas, culturales y de opinión social al cantar en unísono: Ni una bomba mas, Fuera la Marina de Vieques, Devuelvan nuestras tierras.

Los líderes de los tres principales partidos políticos – usualmente en desacuerdo entre sí y con el visto bueno del partido que se encontraba en ese momento en el poder –  formaron filas, como soldados, para disuadir al poderoso ejército militar de los  Estados Unidos de continuar sus peligrosos ejercicios militares en tierra y en las aguas que la rodean.

Poniendo a un lado sus intereses particulares en el conflicto sobre el destino político final de Puerto Rico, los lideres prometieron formar una alianza para lograr la inmediata y permanente paz en Vieques. Los ejercicios militares, nos decía el liderazgo, estaban perjudicando la salud y el bienestar de Vieques y su gente.

Los estadistas se unieron a los socialistas, que a su vez se unieron a los estadolibristas, para desauciar a la Marina de Guerra de su privilegiado sitial en Vieques. Famosos artistas de la farándula y atletas entonaban la misma canción en los estadios y arenas estadounidienses: Paz para Vieques. La estrella del pop internacional Ricky Martin, un nativo de Puerto Rico, pronunció “Vieques estoy contigo” cuando recibió el codiciado Grammy como mejor vocalista latino. Martin, el Michael Jackson del siglo 21, dijo que se comprometería a conversar pesonalmente con el Presidente Clinton para lograr la paz en Vieques. También, Félix “Tito” Trinidad ondeó el banderín de la causa viequense durante su exitosa victoria en la pelea de campeonato mundial contra Oscar de la Hoya. Todos los puertorriqueños se sentían eufóricos por el desenlace de la peléa y por el grandioso gesto de parte del boxeador.

Obispos y ministros apelaron a las almas de sus respectivas congregaciones sobre los principios religiosos de justicia social. Roberto González Nieves, el Arzobizpo de San Juan y nuevo sucesor del Cardenal Aponte Mártinez, inmediatamente entró en la riña denunciando como “inmoral” el bombardeo de Vieques por parte de la Marina de Guerra. El obispo de Caguas Alvaro Corrada del Río, cuya juridicción incluye a Vieques, ofreció misas en playas viequenses, inclusive algunas de ellas al amanecer dentro de los terrenos restringidos. Ministros protestantes convocaron sus congregaciones en Vieques para rezar por la paz y resistirse pacificamente en el espiritu de Martin Luther King Jr. El sector religioso de Puerto Rico fue instrumental en promover masivamente la causa de Vieques.

Dr. Pedro Rosselló, el gobernador proestadista, reunio un Grupo de Trabajo en Vieques compuesto de lideres civicos y religiosos, al igual que de aliados y opositores politicos. Norma Burgos, Secretaria de Estado en aquellos entonces y ahora candidata por el Partido Estadista para la legislatura, [prsidioo el Grupo de Trabajo.

El Grupo de Trabajo quedo sumamente impresionado sus descubrimientos, el alto grado anormal de incidencia de cancer en Vieques – el cual es 27% mayor que en la Isla Grande de Puerto Rico – y los alarmantes numeros de casos de lupus, enfermedades mentales y telarquia en los niños, ademas de otros males. El Grupo de Trabajo, compuesto por el arzobispo de san Juan Roberto Gonzalez Nieves, la alcaldesa de San Juan Sila María Calderon (Presidenta del Partido Popular Democratico y candidata a Gobernadora), y el Representante Víctor García Inocencio del Partido Independentista Puertorriqueño, quedo perplejo por la vasta devastacion ambiental producida por seis decadas de bombardeo continuo en la isla. Su sistema ecologico, en una ocasion hogar de especies en peligro de extincion, es tan fragil como su economia. El terreno de Vieques, su agua potable, aire y cadena alimenticia estan repletas de contaminantes; tanto que los ambientalistas han descrito la antes exhuberante isla como un “basurero supertoxico”.

Apoyado de evidencia cientifica y anecdotica del saqueo, el Grupo de Trabajo concluyo inequivocamente que la Marina de Guerra deberia de abandonar a Vieques inmediatamente, al instante. Ya no podia utilizar su campo de tiro en Vieques. Y, para enfatizar el sentir del Grupo de Trabajo, Rossello confronto en testimonios a los Republicanos pro-marina ante el Congreso de los Estados Unidos.

“No empuje” le advirtió Rossello durante un caústico intercambio de palabras al Servicio de la Armada del Senado, presidido por el ex-secretario de la Marina John Warner, Republicano de Virginia. Warner y James Inhofe, Republicano de Oklahoma, que preside el subcomite de alerta militar, estaban inflexibles en su deseo de que la Marina se quedara en Vieques. Hasta amenazaron con cerrar a Roosevelt Roads (la  base naval mas grande del mundo, localizada en el empobrecido pueblito de Ceiba) si la Marina de Guerra era forzada a irse de Vieques. Avidamente observando los rudos argumentos en la television, la gran mayoria de los puertorriqueños aplaudieron las inquebrantables respuestas de Rossello frente a las amenazas. Despues de todo, el estaba hablando como un puertorriqueño a favor de Vieques.

Tambien conocida como la Isla Nena, percibida como un islote ramal de la Isla Grande (la isla grande de Puerto Rico), a Vieques se le conocia en una epoca como la “isla del azucar”. Su bienestar economico dependia del agrio y dulce sube y baja de los precios mundiales del mercado del azucar. En 1940, con el mundo en guerra, el gobierno de los Estados Unidos expropio el 70% de Vieques; con la intencion de convertirla en el Pearl Harbor del Caribe donde, en caso de que los Nazis ganaran la guerra, albergarian alli a la Marina de Guerra Britanica. El gobierno de los Estados Unidos estipulo que cuando la guerra terminara se le devolverian los terrenos a los viequenses. Cosa que no sucedio.

Vieques, con extencion territorial de tan solo 4 millas por 20 millas y un 70% ocupado por la Marina de Guerra, se convirtio en parte integral del masivo complejo militar de Roosevelt Roads y por ende, en un trampolin para los entrenamientos belicos de la armada norteamericana en el Oceano Atlantico. Vieques, argumentaba la Marina de Guerra, era esencial para la defensa de los Estados Unidos.

De esta manera comenzó un patrón de promesas incumplidas que aún hoy continúan. Por muchos años, los pescadores de la isla jugaban al ratón molestoso contra el gato grande de la Marina, utilizando sus pequeñas embarcaciones fastidiababan a los grandes portaviones. Durante décadas, los viequenses estuvieron asediados por las continuas detonaciones de bombas, a un ritmo promedio de 3,400 bombas por mes, de acuerdo a un informe publicado por la Marina en 1980.

Por mucho tiempo los gobernadores de Puerto Rico (comenzando por Luis Muñoz Marín, el primer gobernador puertorriqueño electo en la isla) jugaron el delicado baile politico con Washington, D.C. para decidir el destino de Vieques. En una ocasion en 1960, Muñoz advirtio al Presidente Kennedy que la Cuba de Fidel Castro cosecharia ventaja con un golpe propagandistico si los militares estadounidenses persistian con sus planes de controlar la totalidad de la isla. El plan requiria que los viequenses abandonaran su lugar de nacimiento. Ademas, tendrian que excavar y remover los huesos de sus antepasados y llevarse uss cementerios a otro lugar. Bajo tal propuesta, hasta la celebracion del Dia de los Muertos tambien desapareceria. Rapidamente Kennedy desistio del plan.

La muerte de Sanes Rodríguez, y las heridas infligidas por las dos bombas en los otros cuatro guardias civiles puertorriqueños, causo que finalmente hirviera el caldero, a fuego lento, de la larga y esperada aversion contra la Marina. Tambien, la misma bomba logro tambalear la duradera muralla militar – simbolo de la persistencia Naval. Le llego el tiempo de negociar una solucion aceptable para ambas partes.

El año pasado, el Presinte Clinton, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, entró en negociaciones directas con el Gobernador Rosselló para considerar el destino final de Vieques y la Marina. El Departamento de la Defensa le ofreció a Vieques 40 millones de dolares en incentivos económicos a cambio de permitirles a la Marina continuar sus ejercicios militares con bombas inertes por 90 días, comenzando en marzo, y por un termino máximo de cinco años. Aunque la administración de Rosselló rápidamente descartó ambas propuestas, un nuevo panorama de entendimiento se palpaba en el ambiente. Por primera vez en la historia, el karma de Vieques estaba intimamente ligado al karma de la Marina. Ahora los dos protagonistas se encontraban en el mismo bote.

Vieques se convirtio en algo mayor que una pequeña tarjeta de tiro al blanco en el gran teatro marcial. La diminuta isla, cuyos 9,000 y pico de residentes estan apiñados en menos de una tercera parte del terreno, se movieron a un campo de juego mas grande. Esta vez, el clamor por la paz y la justicia, su descarada participacion en las justas en contra de los molinos de vientos de guerra, capturo la atencion mundial de seguidores en foros y titulares noticiosos. El bombardeo de Vieques ya no era silenciado por el silencio generalizado. Esta vez la bomba que mato a David Sanes se convirtio en el tiro que se escucho alrededor del mundo.

LA IMPORTANCIA DE LA DESOBEDIENCIA CIVIL COMO INSTRUMENTO PARA PULIR LA IDENTIDAD POLITICA Y CULTURAL DE PUERTO RICO

El tiro escuchado alrededor del mundo fue un concepto, no meramente un cañonazo. La idea fue de recurrir a la desobediencia civil, una fuerza basada en resistencia pacifica opuesta a las injusticias legales, y esta fundada en la obediencia a los principios morales de una autoridad suprema. Personificada en figuras tales como Henry David Thoreau, Mahatma Gandhi y Martin Luther King Jr., la desobediencia civil se albergo en la isla de Vieques. Todo comenzo con un acto de valentia de parte del pescador Carlos Zenón, envuelto por decadas en la lucha contra la Marina. Tres dias despues de la muerte de Sanes Rodriguez, Zenón establecio Monte David en su memoria. El primer campamento de desobediencia civil pacifica dentro de los terrenos federales, un acto altamente provocativo.

Unas semanas mas tarde durante el mes de mayo, la implementacion de la desobediencia civil en Vieques adquirio mayor prominencia cuando el Senador Ruben Berrios Martinez, presidente del Partido Independentista Puertorriqueño y su peremne candidato a gobernador, decidido abandonar la comodidad de su posicion en el Capitolio para montar un campamento en las playas de Vieques. Prometió quedarse hasta que la marina empacara sus maletas y se fuera o cuando lo arrestaran por invadir terrenos restringidos en propiedad federal. Hasta la fecha que escribo este ensayo, nueve meses mas tarde todavia Berrios Martínez se encuentra practicando la desobediencia civil en la Playa Gilberto Concepción de Gracia.

Berrios Martínez se convirtió en el primer destacado político puertorriqueño en aliniar su dicha con la mala suerte de los residentes viequenses. Apoyado inicialmente por sus colegas en el Senado, incluyendo al presidente estadista Charlie Rodríguez, Berrios Martínez renunció a su escaño a finales del año, dejando a un lado las polemicas acusaciones politicas de que estaba siendo “desobediente” del dinero de los contribuyentes y fortalecio su genuino compromiso con la causa de Vieques.

El Reverendo Jesse Jackson logro fortalecer el apoyo para la causa de Vieques y la desobediencia civil cuando, conjuntamente con el arzobiso Gonzalez Nieves, visito a Berrios Martinez. El mundialmente reconocido activista social, un exayudante del asesinado Dr. King y excandidato presidencial, se comprometio con la causa de Vieques. Jackson prometio regresar a Vieques con otros ministros religiosos para rezar y ayyunar si la Marina resumia sus ejercicios militares.

Numerosos campamentos de desobediencia civil surgieron dentro de los terenos restringidos de la Marina. Pescadores, estudiantes, sacerdotes, abogados, personalidades civicas, uniones obreras, cantantes, atletas, artistas, actores, reporteros –consistentemente cruzaron con bravura las turbulentas aguas para llegar en ferry desde Fajardo a Vieques. Para recibir cualquier tipo de servicio medico o gubernamental los residentes tienen que transportarse en ferry hasta Puerto Rico. La mayoria de la poblacion de esta isla son indigentes.

Organizaciones profesionales, tales como el Colegio de Trabajadores Sociales, acordaron apoyar los campamentos de desobediencia civil en Vieques. El Colegio de Abogados orientaba a los desobedientes civiles sobre sus derechos en caso de que fuesen arrestados por los alguaciles federales. El grupo de apoyo Todo Puerto Rico con Vieques sirvio de enlace neutral entre los distintos grupos politicos, sociales , civicos y culturales que se unieron a la causa de Vieques. El grupo de apoyo tambien ofrecia numerosos talleres al publico en general sobre el tema de la desobediencia civil. En estos momentos, el grupo Todo Puerto Rico con Vieques se encuentra organizando una masiva protesta que tendra lugar en marzo, si las negociaciones fallan y la Marina resume sus ejercisios de guerra. Hasta el presente, los campamentos de desobediencia civil dentro de los terrenos restringidos han logrado detener los bombardeors de la Marina por mas de nueve meses.

La insercion de la desobediencia civil dentro de las protestas en Vieques llevaron a nuevos niveles la saga de la politica puertorriqueña. Los principios de Gandhi y King ayudaron a mantener la compostura frente a a potencialmente confrontaciones perturbadoras. La disciplina que hizo posible la creacion del Acta de votacion para los derechos civiles en 1964, y otros adelantos en la busqueda de justicia para los negros americanos, esta palpable en el comportamiento de la mayoria de los participantes en los campamentos. En un eco claro, reminiscente del ejemplo pautado por King, Berrios Martinez ha dicho mque el y sus compañeros no resistiran el arresto de parte de los alguaciles federales.

La practica de la desobediencia civil en Vieques ha logrado que dos poderosas visiones salgan a la superficie: la comun, pero pocas veces mencionada, percepcion de que los Estados Unidos como poderio mundial chasquetea su cola de leon al menor deferencia y el despertar de Puerto Rico frente a su poderio cultural.

En gran medida, el desasrrollo economico de Puerto Rico depende de la munificiencia de los Estados Unidos. Cada dia, los politicos locales y los de los estados, continuamente amenazan a los puertoriqueños con la perdida de bienes materiales y de ingresos que han contribuido a hacer el estilo de vida de la isla en uno de los mas altos del hemisferio. Una reciente noticia periodistica revelaba que “el futuro de la marina en vieques … podria afectar la manera en que los congresistas federales tratar los asunto de estatus politico, fondos federales y programas economicos especiales.”

Nadie en Puerto Rico desea entorpecer el pesado fluir de los fondos federales. Ni la clandestina timidez que a menudo dirije el dialogo politico entre La Casa Blanca y La Fortaleza. El precio sicologico de mantenerse a la deriva, luego de que le desmembraran su sangre economica, seria un precio demasiado de alto para Puerto Rico pagar. Este sentir esta implicito en las actitudes patrocinadoras que el Congreso usualmente demuestra hacia Puerto Rico. Aunque los puertoriqueños recibieron la ciudania americana en 1917, la Isla continuamente afronta las contradicciones de la parabolica ciudadania de segunda clase. Puerto Rico no tiene representacion con derecho a voto en el Congreso y los puertorriqueños (que residen en la Isla) no pueden votar por el Presidente, aunque si pueden reclutados por el ejercito.

La controversia de Vieques, de cualquier modo, le quito aire a las atitudes congresionales. Vieques nos ha revelado nuestra identidad esencial como puertorriqueños – no importa nuestra afiliacion politica, social o linguistica. Vieques encabezo la avanzada para que Puerto Rico se posicionara en el centro del escenario y defendiera sus derechos, la segunda poderosa vision. Puewrto Rico tiene todo derecho constitucional para resistir cualquier Golia que pretenda ignorrla o destruirla. El derecho a justicia social, paz y libertad estan inherentes en los estatutos de las naciones Unidas y el las constituciones democraticas. A traves de Vieques, Puerto Rico ha reclamado su lugar en esta esfera constitucional.

Escondidas por mucho tiempo, o tapadas detras de las encantadoras y deceptivas cortinas del turismo, la economia de Vieques, por ejemplo, se encuentra en caos, su potencial para la industria turistica no se ha tocado y sus playas se encuentran vedadas para los puertorriqueños. Mas sin embargo, Puerto Rico se ha declarado parte integral de un conglomerado de pueblos que se resisten a la opresion. Los puertorriqueños estan siguiendo el ejemplo impartido por Socrates, Antigona y los cristianos de la antiguedad al resistir el deseo humano de ir en contra de la conciencia. Los puertorriqueños se han llevado a su corazon las exortaciones de Thoreau, gandhi y King para aaspirar a una justicia social mayor qu la injusta ley.

Esto es la esencia de la segunda vision. Vieques ha forzado a Puerto Rico a mirar al poderoso “otro” en el ojo y demandar justicia, paz y respeto.

 

Eneid Routte-Gómez
San Juan, Puerto Rico
21 de enero de 2000

Vieques: Chronicles from the Calvary

The tragic and solitary death of a civilian guard on the island municipality of Vieques in early 1999 has enabled the hearts and minds of its 9,300 citizens to rise like the fabled phoenix from the ashes of social apathy.
Two errant 500-pound bombs launched by a Navy jet during military exercises killed David Sanes Rodriguez, an ordinary Joe working as a guard on a military outpost in Vieques; four other civilians lay wounded. The death of Sanes Rodriguez wrought what decades of island protests against the naval presence in Vieques, a potential tourist paradise nine miles east of Puerto Rico, failed to do: it forced the multiple and often discordant voices of Puerto Rican political, cultural and social opinion to chant: Not One More Bomb; Navy Go Home and Return Our Lands.

Leaders of Puerto Rico’s three major political parties—usually at strident odds—lined up like soldiers to dissuade the mighty U.S. military from continuing dangerous war games on the land and its surrounding waters.

Putting aside their special interests in the never-ending conflict over Puerto Rico’s ultimate destiny, these leaders pledged uniform allegiance to immediate and permanent peace in Vieques. The military exercises, they asserted, were placing the health and welfare of the viequenses in serious jeopardy.

Statehooders joined with socialists who joined with commonwealthers to evict the Navy from its privileged habitat on Vieques. Famous entertainers and athletes sang the same song for peace on stateside stages and arenas. Bishops and ministers, instrumental in garnering widespread support for the cause of Vieques, appealed to the religious principle of social justice harbored in the souls of their congregations. Then-Governor Dr. Pedro Rossello convened a multi-partisan Task Force on Vieques. The Task Force reported an abnormally high incidence of cancer—27 percent higher than on the island of Puerto Rico—and startling numbers of lupus, mental illness, and telarchia in infants. The environmental devastation wrought by six decades of incessant shelling of the island stunned the Force. The ecological system of Vieques, once a habitat for endangered species, was described as fragile as the island’s economy. Environmentalists described the formerly lush island as a “super-toxic waste dump.” Buttressed by anecdotal and scientific evidence of spoliation, the Task Force unequivocally insisted that the Navy leave Vieques immediately, if not sooner.

Called the “babe island” or “baby island”, Vieques is an islet perceived as an offshoot of the “isla greatly,” the larger island of Puerto Rico. Once known as the “sugar island,” its welfare depended on the sweet and sour seesaw of the world sugar market. In 1940, with the world at war, the federal government expropriated 70 percent of Vieques, intending to convert the island into a Caribbean Pearl Harbor where the British fleet would be harbored if the Nazis won. The government promised to return the land to Vieques after the war. The Navy, however, argued that Vieques is essential to the defense of the United States. Thus began a pattern of broken promises that continues even today.

The death of David Sanes Rodriguez brought the long-simmering aversion towards the Navy in Vieques to a boil. It was time to negotiate a new and acceptable solution to an old and aggravating problem. For the first time in its history, the karma of Vieques related to the karma of the Navy. Both protagonists in the social and political drama were now in the same boat. Vieques was no longer a small target in the big martial picture. The shelling of Vieques by the U.S. Navy was no longer muffled by general silence. This time, the bomb that killed David Sanes Rodriguez launched the shot heard around the world.

The shot heard around the world was a gripping concept, not merely a cannonade. The concept was civil disobedience, a humanistic force that pits peaceful resistance against legal injustice and is grounded in obedience to a higher moral authority. Inspired by such historic figures as Henry David Thoreau, Mahatma Gandhi, and Martin Luther King, Jr., civil disobedience took up residence on the island of Vieques. Numerous peaceful civil disobedience camps cropped up on Navy properties on the target range. Acting as human shields hundreds of fishermen, students, clergy, lawyers, teachers, unions, politicians, singers, athletes, actors, and reporters joined the fray against the Navy. Prominent politicians such as independence advocate Ruben Berrios Martinez, statehood senator Norma Burgos, and status quo senator Velda Gonzalez endured arrests and prison. Renowned activists including Jesse Jackson, Al Sharpton, Robert Kennedy Jr., and Edward James Olmos also took up the torch for Vieques.

The Vieques controversy and civil disobedience have taken the starch out of the wind of congressional attitudes, spearheading Puerto Rico’s advance in defending the island’s essential identity. Vieques has forced Puerto Rico to look the powerful Other in the eye and demand justice, peace and respect.

The eminent photographer Dorothea Lange once described documentary photography as follows: “[it] records the social scene of our time. It mirrors the present and documents the future.” The social covenant of photographer Hector Mendez Caratini with borderline cultures and rituals has propelled him to kindle Lange’s description in Vieques—to tell the story of the bantam island’s historic encounter with itself, the Navy and its future.

Eneid Routte Gómez
San Juan, Puerto Rico
January 2000

Vieques: Crónicas del Calvario

Photographs of the peaceful civil disobedience movement by the
people to stop the bombing of Puerto Rico by the USA Navy.