Mientras fotografiaba en el campo un lago idílico envuelto en neblina, se percató accidentalmente de un sapo muerto, aplastado bajo la llanta de algún carro. Méndez Caratini quedó encantado con las infinitas posibilidades y metáforas visuales del significado existencial de la vida, la libertad y la muerte. Poco después, durante un período de tres años, coleccionó varios cadáveres de animales, que luego imprimió en un portafolios de diez imágenes en planotipo (un proceso fotográfico del siglo diecinueve).
Ricardo Viera
Lehigh University Art Galleries
Director / Curador
Bethlehem, PA
Octubre de 2003