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Entrevista de Ricardo Viera a Héctor Méndez Caratini
Héctor Méndez Caratini es uno de los maestros latinoamericanos contemporáneos que continúa explorando las múltiples realidades de nuestra memoria colectiva, rica herencia cultural y la portentosa belleza natural de nuestro diverso Continente Americano. Un Continente lleno de escenas cotidianas donde el realismo mágico visual abraza todos sus rincones.
A lo largo de su carrera Méndez Caratini, con visión, tesón y genuino entusiasmo, ha logrado documentar y mantener la fotografía como la base de su obra “artística” a la par con diversas modalidades conceptuales y otros sistemas representativos que han proporcionado innumerables cambios históricos dentro de un amplio marco temático – mano a mano con tecnologías actualizadas y con claro entendimiento de la posible esclerotización interna del arte. Estos temas han abarcado la lucha por la identidad nacional, la religiosidad popular, el folklore a otros géneros que investigan la metáfora visual de lo vernáculo en tradiciones de antaño que hoy permanecen firmes.
Méndez Caratini continúa incursionando en otros temas como estudios botánicos y su mas reciente trabajo INKATERRA del cual su autor nos dice “que es un complejo proyecto de narrativa visual”. Aquí nos encontramos frente a una recreación de la historia del medio de la fotografía en una sola obra. La manipulación maestra de las imágenes es amplia ya que investiga la triple plataforma de las fotografías en blanco y negro, color y digital.
Esperamos que la conversación que sigue, entre el artista y el curador, nos brinde la oportunidad de un intercambio que nos ayude a visualizar la esencia y presencia de los misterios de la luz y de la creatividad como elementos inseparables de imágenes que transcienden al establecer sus propias realidades.
R.V.: ¿Existe en tu obra interconexión alguna en el uso de diferentes manifestaciones: la pintura, el collage, la fotografía tradicional, la imagen digital, el video? ¿Cuál es el orden de prioridades que das a esta relación visual en INKATERRA, al igual que a su narrativa cultural ya en las postrimerías de la primera década del siglo 21?
H.M.C.: INKATERRA es mi muestra individual más reciente que explora temas relacionados a la tierra de los Incas, en el Perú. La misma es un complejo proyecto de narrativa visual, a la cual le he dedicado los últimos tres años de mi producción artística. He intentado añadirle un giro conceptual, a tono con las propuestas contemporáneas asociadas al arte del siglo 21.
Para esta ocasión en particular decidí recrear la historia del medio de la fotografía en una sola obra. Dividí la muestra en tres movimientos para que incorporara ejemplos representativos del desarrollo de este arte: fotografías en blanco y negro, color y digital. Utilicé como modelo las partiduras de las sinfonías musicales, para que a su vez compongan alegóricamente una sinfonía visual. El silencio entre los movimientos es representativo del transcurrir del tiempo y el espacio.
La primera parte, titulada Incas, está compuesta de las veintitrés fotografías que tomé durante el 1974, en Machu Picchu, Perú. Son imágenes que ilustran un estilo de documentación fotográfica tradicional en blanco y negro, tomadas con una cámara Hasselblad de mediano formato. Estas imágenes seminales están impresas en color sepia, en pequeña escala, sobre papel mate de algodón Arches Aquarelle. Siguiendo el concepto musical de “variaciones sobre un tema” (tales como los de Paganini, en la música clásica), les he añadido una evolución temática a este primer movimiento, la cual incluye diez y ocho imágenes a color de las paredes en piedra de los Incas, fotografiadas en el 2008 – ¡treinta y cinco años después que las primeras!
Luego le sigue la serie Amazonía, que son las ochenta y cinco fotografías a color tomadas en el Amazonas durante el verano del 2008. Estas imágenes de laflora,lafaunaylosindígenasfuerontomadasconunacámaradigitalyestán impresas como foto murales, en papel de brillo.
Termina la muestra con quince elocuentes imágenes representativas de la Pachamama, que en Quechua (el lenguaje de los Incas) significa la deidad de la Madre Tierra. Estas imágenes están impresas sobre lienzo, montadas sobre bastidores de madera que miden hasta seis pies de alto por ocho pies de ancho. Algunas están compuestas como dípticos, otras como trípticos. Muchas de estas imágenes contienen fotografías icónicas provenientes de la serie original de los Incas, a las cuales les he añadido imágenes adicionales recientes para llevar a cabo su mensaje. Las mismas están trabajadas como collages en PhotoShop ®.
Como dato histórico, cabe señalar que ya yo había explorado algunos de estos cánones, relacionados al género del ensayo fotográfico, anteriormente en mi obra fotográfica. Durante el 1979 produje Los sueños del patriota (Fig. 1), un ensayo fotográfico con mas de un centenar de imágenes sobre los últimos años de vida del prisionero político Andrés Figueroa Cordero. El mismo esta dividido en tres movimientos: Agonía, Muerte y Transfiguración. Luego, en el 2000, creé la serie de medios mixtos Vieques: crónicas del calvario (Fig. 2). Para la cual combiné fotografías en blanco y negro con recortes de las portadas de los periódicos, los cuales pegué sobre lienzos y luego pinté con óleo y acrílico. Componiendo de esta forma, quince lienzos, tipo collages, alusivos al calvario de los viequenses. Ambas muestras, son una nueva visión para “ver” el tradicional ensayo fotográfico, adaptado a nuestros tiempos.
R.V.: ¿Como comenzaste a desarrollar el proyecto?
H.M.C.: Esa es una pregunta muy compleja, ya que el proyecto tuvo muchos orígenes, los cuales se fueron desarrollando é incorporando, poco a poco, a la misma vez, lentamente con el transcurrir del tiempo.
La idea inicial para este nuevo cuerpo de trabajo tuvo su origen embrionario en unos collages experimentales que yo estaba realizando desde principios del 2006. Los mismos tenían como tema principal las fotografías sobre la naturaleza (específicamente unas flores tropicales) que yo llevaba cultivando y fotografiando durante los pasados siete años. Muchas de estas imágenes yo las estaba realizando en mi propio jardín campestre, en mi casa de campo en la Pulguilla. Estaba buscando evolucionar mi fotografía artística con un estilo impresionista. Tenia como modelo los monumentales oleos de Claude Monet. De igual forma, la vida del pintor francés, en su casa de campo en Giverny, me había servido de inspiración para mi proyecto personal de conservación en mi finca. El crecía sus flores para pintarlas. Yo, para fotografiarlas y preservarlas.
Otra parte integral de la idea original surgió mientras yo imprimía mi portafolios de edición limitada mas reciente, titulado: Orquídeas (2008) (Fig. 3). Aproveche gran parte de las fotografías que me sobraron (las que no utilicé para el portafolios sobre las orquídeas) para componer algunas de estas nuevas imágenes. Las sobreponía una encima de la otra, en distintos layers (utilizando el programa digital de PhotoShop ®), para crear una nueva imagen compuesta de cuatro exposiciones – reminiscentes de mis experimentos con el movimiento de las emulsiones de la película Polaroid SX-70 (Fig. 4) y los double exposures cuando me inicié en la profesión, ¡hace mas de cuatro décadas atrás!
Con el pasar del tiempo estas imágenes prototipos se fueron transformando y las integré a la INKATERRA como los collages de la flora que componen algunos de los lienzos de la suite titulada Pachamama. Debido a mi interés en los temas mitológicos, los títulos de las imágenes que componen esta serie contienen nombres de divinidades andinas, tales como: Wacon, Huaytacuri, Huanyman, Qarimaya Wiracocha, y otros.
También, leía la poesía del insigne Premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda que me sirvió de modelo. Su clásico poema Alturas de Machu Picchu me inspiró con sus célebres estrofas: “Sube a nacer conmigo, hermano”, “O Wilkamayu de sonoros hilos”, “Besa conmigo las piedras secretas”, “Antigua América, novia sumergida”, “El reino muerto vive todavía”.
Mas adelante, en el verano del 2008 organicé un viaje de expedición al Perú. Visité nuevamente el místico Machu Picchu, el valle sagrado de los Incas, al igual que, la región de la selva Amazónica, para recolectar plantas exóticas. Luego, logré introducir exitosamente estas especies tropicales para reforestar mi Centro de Conservación de plantas en peligro de extinción, en mi casa de campo.
Posteriormente, según el proyecto fue cogiendo forma, revisé mi archivo fotográfico é imprimí la serie inédita de imágenes que había realizado originalmente en el Perú (1974) para contrastarlas con las nuevas, tomadas en el 2008. Como pueden apreciar, de la forma creativa en que yo trabajo un tema o proyecto me lleva al siguiente y así sucesivamente. Al final, todos están entrelazados entre sí, como las ramas de un gran árbol de ceiba.
R.V.: Comprendo. Si, ya veo. Recuerdo muy bien que en el pasado has trabajado el tema religioso, no solamente documentando la religión Católica y los Orixás de origen africano, sino que también el tema de la mitología. ¿Has visitado otros países, que no necesariamente sean el tuyo, para documentar tus temas sobre la herencia cultural de los pueblos? ¿Que países has visitado que están relacionados a esa búsqueda espiritual religiosa que tanto te atrae? Abúndame mas sobre el mismo.
H.M.C.: De niño tuve una educación en un colegio privado Católico. Mas sin embargo, ahora de adulto no me identifico con ninguna religión en particular. Mas bien lo que me interesa es explorar la universal búsqueda que tiene el ser humano por la espiritualidad. De explorar la sabiduría que encierran todas las religiones para buscarle una solución a los problemas mundanales, sin discriminar, ni promover una en particular como “la correcta”.
Temprano en mi carrera profesional como fotógrafo comencé documentando el sincretismo religioso (la combinación de las creencias religiosas españolas camuflajeadas con las de origen africano) que se palpaban en las fiestas de Santiago Apóstol, en Loiza Aldea (Fig. 5). Paralelamente a estas extensas documentaciones (en Loiza trabajé desde el 1974 hasta el 1996), exploraba el tema indígena de los Petroglifos de Boriquén (Fig. 6). A la misma vez, por espacio de un cuarto de siglo, fotografié el arte rupestre que se encontraba esparcido a través de todo el territorio de Boriquén y de la isla de Mona. De igual forma, para comprender los enigmas de los íconos pétreos estudiaba las crónicas que nos dejaron los cronistas del siglo 16 y los numerosos escritos de los académicos sobre el tema de la mitología indígena. En Puerto Rico realice un sin número de documentaciones fotográficas sobre las distintas manifestaciones de la religiosidad popular, al igual que sobre las creencias del espiritismo y otras manifestaciones.
Mas tarde, cuando falleció mi madre (1991), me envolví de lleno, por espacio de cinco años, con las épicas documentaciones fotográficas y videográficas sobre el tema de las Raíces Ancestrales en el Nuevo Mundo, compuestas por: María Lionza, en Venezuela (1991) (Fig. 7); el Gagá y Vudú de los haitianos, en la República Dominicana (1991-1993) (Fig. 8); las creencias religiosas sobre las deidades hinduistas Kali y Marianman, en la isla de Martinica (1992 y 1996) (Fig. 9); y los Orixás y el Candomblé, en Brasil (1994 y 1995) (Fig. 10).
Curiosamente, muchas de estas pasadas imágenes fotográficas recurren nuevamente en mi obra, evolucionadas con el pasar del tiempo y modificadas con la experiencia. Tal como sucede con el díptico de la imagen de Wacon, que se asemeja mucho a un detalle en específico de una de las imágenes que forman parte de la Fiebre (2007) (Fig. 11), donde se realza la figura mítica contemporánea del Frankestein; o la imagen del chamán y su aprendiz (Venezuela) (Fig. 12), que tiene semejanza con el tríptico de Ch’amakani. Otras, como las ofrendas que aparecen en los altares en honor a las deidades, siempre están presentes. Por ende, he tratado de internacionalizar los temas culturales en mi obra para que no sean meramente regionalistas y que sean universales, representativos de la humanidad.
R.V.: Es evidente que tu obra artística es en esencia universal, tu curiosidad intelectual no tiene barreras. Como humanista y por el respeto que le tienes a la naturaleza y a todo aquello que nos rodea te pregunto: ¿Que hay en el horizonte para Héctor Méndez Caratini, cuál es tu próximo proyecto ya en los comienzos de la segunda década del siglo 21?
H.M.C.: No acostumbro hablar sobre futuros proyectos, por temor a que no se me materialicen. Pero, ya que me has preguntado y nos tenemos la confianza, te confieso que tengo dos grandes proyectos en mente que quisiera trabajar en un futuro cercano. Uno de ellos tiene continuidad y está íntimamente relacionado con los temas universales anteriormente laborados. El otro es un proyecto de vida. No se si se me logren ambos ambiciosos proyectos. Pues desconozco que piedras me encontraré en el camino. Pero, por lo menos me atrevo a soñar. Despierto.
Como has podido apreciar en mi obra, tengo un interés particular por la eterna búsqueda de la espiritualidad. Por ejemplo, llevo mas de diez y siete años estudiando las religiones orientales del budismo y el hinduismo (Marianman y Kali en 1992 y 1996). Uno de estos veranos me gustaría realizar un viaje de documentación fotográfica al Corazón del Imperio Asiático, a las junglas de Cambodia para poder fotografiar y meditar en los centenarios templos de Angkor. De igual forma, ya que me encontraría al otro lado del planeta, en el Viejo Mundo, aprovecharía esta única oportunidad para organizar un viaje de carácter internacional (con mis amistades panameñas, australianas y tailandesas) para explorar las remotas junglas vírgenes de Borneo. De esta manera, podría entrar en comunión con la naturaleza y recolectar plantas exóticas para mi Centro de Conservación. Para animarme, ya he comenzado a adquirir varios preciados ejemplares de heliconiopsis provenientes de Oceanía, las Islas Solomonensis, Nueva Guinea y Papua. Ambos viajes, combinando mis dos pasiones, la mitología con la naturaleza, conllevan mucho tiempo de preparación, estudio, logística y coordinación. No es como montarse en un avión o irse de vacaciones a Disney World o Madrid.
Por otro lado, como muy bien sabes, además de fotógrafo artístico también soy un fotógrafo oftálmico. Profesión que llevo practicando por espacio de mas de tres décadas y media. Las angiografías y fotografías que realizo semanalmente ayudan a diagnosticar y tratar las enfermedades, contribuyen a prevenir la ceguera de los pacientes. Actualmente me encuentro recolectando é imprimiendo muchas de estas imágenes de la retina, para que algún día compongan un atlas de enfermedades del ojo. Son fotografías totalmente abstractas (en color y/o en blanco y negro) representativas del microcosmos y el macrocosmos. Las mismas tiene gran similitud con las fotografías galácticas de las constelaciones y de los planetas.
La cámara y el ojo, unidas como metáfora de mi visión filosófica que evoluciona y se expresa a través del lenguaje de la fotografía. Y en cuyas imágenes vemos reflejar los pasos que nos dejara ese inolvidable poeta español, Antonio Machado:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…
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Ricardo Viera
Lehigh University Art Galleries, Curator
Bethlehem, PA, 2009